Los obispos son designados por el Papa y elegidos entre los sacerdotes como una "línea directa e ininterrumpida" de los apóstoles. Administran el sacramento del Orden Sagrado al conferir la gracia de santificar a otros, enseñar a los fieles y 'atar' sus conciencias.

Los sacerdotes, mediante la celebración de la Misa, comparten con nosotros el sacerdocio eterno de Cristo. El sacerdote puede celebrar Misa, enseñar, aconsejar, predicar, oír confesiones, dar la absolución, celebrar el Bautismo, servir como testigo en el sacramento del Matrimonio, administrar la Unción de los Enfermos y administrar la Confirmación si así lo autoriza el Obispo.

Diáconos: Un diácono sirve en tres áreas: la Palabra, la Liturgia y la Caridad. Entre muchos de sus deberes, pueden: proclamar el Evangelio durante la Misa, predicar, enseñar, servir como ministro ordinario de la Sagrada Comunión, dar servicio a los pobres, ser ministro ordinario del Sacramento del Bautismo, presenciar el Santo Matrimonio y presidir el funeral. ritos fuera de la Misa.

“Y sus dones fueron que unos fueran apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.” Efesios 4:11-12

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las maravillas de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9

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